Gracias
Arequipa, gracias Picanteras, gracias Picanteros, gracias Lonccos y Ccalas!
Gracias
Sociedad Picantera de Arequipa, gracias Alonzo Ruiz y Miguel Barreda que
supieron dirigir, valorar y apasionarce de nuestro hoy Patrimonio Culinario
arequipeño.
Gracias Picanteras de
ahora y de antaño, porque sus manos benditas, su pasión y apreciación por
seguir cultivando su arte local heredado generación tras generación, han
permitido que nuestra culinaria arequipeña llegue a un nivel patrimonial de
interés nacional e internacional.
Porque
después de más de 400 años de intensos procesos de transformación histórica
selectiva y 30 años de peligro de desaparición ante la modernidad, la
picantería arequipeña supo sobrevivir reacia y ferviente en las manos de un
matriarcado de cocineras arequipeñas, las Picanteras.
Porque nuestras
picanterías, que supieron apreciar y amalgamar diversidad de productos
hispanos, andinos y costeños en nuestros potentes picantes en compañía de
nuestra chicha de güiñapo, lograron realizarlo a un nivel social, generando un
espacio de sociabilidad democrática e intercambio cultural entre diversas
expresiones artísticas locales, intelectuales, políticas y comensales de
diversas clases sociales.
Las Picanterías
resurgen!!